Piden un nuevo cónclave canónicamente válido


  

Extractado y adaptado del blog del obispo retirado mons. Gracida, de Texas: SE SOLICITA UN CONCLAVE CANONICAMENTE VÁLIDO formado por CARDENALES NO PRO FRANCISCO!  https://abyssum.org/2018/04/07/where-do-we-go-from-here-now-that-the-prelates-who-spoke-at-the-rome-symposium-of-07-april-18-have-called-for-action/



Recientemente, muchos observadores católicos formados, incluidos obispos y sacerdotes, han denunciado la confusión en las declaraciones doctrinales sobre la fe o la moral hechas por la Sede Apostólica en Roma y por el supuesto obispo de Roma, el Papa Francisco. Algunos católicos devotos, fieles y reflexivos incluso han sugerido que sea apartado como un hereje, un peligroso promotor de errores, como se mencionó recientemente en una serie de informes.


Denunciar la herejía de un hombre que es un supuesto Papa, y de sus errores materiales en declaraciones sobre la fe o la moral, sugiere y presenta una pregunta previa sobre su autenticidad en esa oficina de Sucesor de Pedro como Jefe de los Apóstoles, es decir, ¿este hombre fue sujeto de una elección válida por un auténtico Cónclave de la Santa Iglesia Romana? 


Entonces, antes de que uno empiece a hablar de excomulgar a un prelado como ese, uno debe lógicamente examinar si esta persona exhibe el fruto uniformemente bueno y seguro de la Infalibilidad. Si parece repetidamente involucrarse en un error material, eso primero plantea la cuestión de la validez de su elección porque uno espera que un Romano Pontífice elegido, sea completamente incapaz de declarar el error en asuntos de fe o moral. Entonces, ¿buscamos discernir la invalidez de tal elección? 


Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, dentro de su masivo legado a la Iglesia y al mundo, nos dejó la respuesta a esta pregunta.


Su Constitución Apostólica (Universi Dominici Gregis) que gobernó el supuesto Cónclave en marzo de 2013 contiene un lenguaje bastante claro y específico sobre el efecto invalidante de las desviaciones de sus normas. Por ejemplo, el párrafo 76 establece: "Si la elección se lleva a cabo de una manera distinta a la prescrita en la presente Constitución, o si las condiciones establecidas aquí no se cumplen, la elección es por esta misma razón nula, sin ninguna necesidad de una declaración sobre el asunto; en consecuencia, no confiere ningún derecho sobre el elegido ". 

Por esto, muchos creen que hay motivos para pensar que monseñor Jorge Mario Bergoglio nunca fue elegido válidamente como obispo de Roma y sucesor de San Pedro; nunca asumió con razón el cargo del Sumo Pontífice de la Santa Iglesia Católica Romana y, por lo tanto, no disfruta del carisma de la Infalibilidad.


(...)Su Santidad, el Papa Juan Pablo II, tiende a establecer más allá de toda duda razonable la conclusión legal de que Monseñor Bergoglio nunca fue elegido válidamente Romano Pontífice. Esto es así porque:


1. La comunicación de cualquier tipo con el mundo exterior, por ejemplo, la comunicación ocurrió entre el interior de la Capilla Sixtina y  personas de afuera, incluyendo una audiencia de televisión, antes, durante o incluso inmediatamente después del Cónclave; (lo que estaba prohibido)


2. Cualquier compromiso político con "un candidato" y cualquier "curso de acción" planificado para la Iglesia o un futuro pontificado, como los extensos planes "pastorales" de una década concebidos por los jerarcas de Sankt Gallen; 



Universi Dominici gregis dice:


81. Los Cardenales electores se abstendrán, además, de toda forma de pactos, acuerdos, promesas u otros compromisos de cualquier género, que los puedan obligar a dar o negar el voto a uno o a algunos. Si esto sucediera en realidad, incluso bajo juramento, decreto que tal compromiso sea nulo e inválido y que nadie esté obligado a observarlo; y desde ahora impongo la excomunión latae sententiae a los transgresores de esta prohibición. Sin embargo, no pretendo prohibir que durante la Sede vacante pueda haber intercambios de ideas sobre la elección.




82. Igualmente, prohibo a los Cardenales hacer capitulaciones antes de la elección, o sea, tomar compromisos de común acuerdo, obligándose a llevarlos a cabo en el caso de que uno de ellos sea elevado al Pontificado. Estas promesas, aun cuando fueran hechas bajo juramento, las declaro también nulas e inválidas.

(...)

  Entonces, ¿qué pasa si un grupo de cardenales que indudablemente no actuaron en desobediencia contra la Universi Dominici Gregis se encontraran, consultaran y declararan que, de acuerdo con la Universi Dominici Gregis, monseñor Bergoglio ciertamente no es un Romano Pontífice válido? Como cualquier acción en este asunto, incluido el descubrimiento de la inicial invalidez, eso se dejaría a los miembros válidos del colegio de cardenales. Podrían declarar vacante la Cátedra de Pedro y proceder a un cónclave nuevo y apropiado. Podrían reunirse con Su Santidad, Benedicto XVI, y discernir si su renuncia y retiro se hicieron bajo coacción, o se basaron en algún error o fraude, o no se realizaron de una manera legalmente efectiva, lo que podría invalidar esa renuncia. (...)

De hecho, incluso antes de que un grupo justo de buenos y auténticos cardenales pueda decidir sobre la validez del supuesto cónclave de marzo de 2013, deben enfrentar lo que puede ser un discernimiento aún más complicado y decidir qué hombres son probablemente cardenales no válidos. Si un hombre fue nombrado cardenal por el supuesto Papa que, de hecho, no es un Papa (sino simplemente Monseñor Bergoglio), no es un verdadero miembro del Colegio de Cardenales. Además, los hombres nombrados por el Papa Juan Pablo II o por el Papa Benedicto XVI como cardenales, pero que fueron excomulgados latae sententiae por actos ilegales o de conducta que causaron la invalidación del último intento de cónclave, ya no tendrían derecho a voto en el Colegio de Cardenales tampoco. Los miembros válidos en el Colegio de Cardenales pueden ser bastante menos numerosos que los que figuran en la actual lista oficial de supuestos cardenales del Vaticano.


En cualquier caso, todo el problema es insoluble para cualqueir persona por debajo del rango de Cardenal. Entonces, debemos orar para que la Divina Voluntad de la Santísima Trinidad, por intercesión de Nuestra Señora como Mediadora de Todas las Gracias y San Miguel, Príncipe de Misericordia, muy pronto rectifique la confusión en la Santa Madre Iglesia a través de la acción de aquellos Cardenales válidos que todavía forman un auténtico Colegio de Electores. 


Sólo ciertamente los Cardenales válidos pueden abordar las evidencias abiertas y notorias que apuntan a la probable invalidez del último supuesto cónclave y sólo ellos pueden responder definitivamente a las preguntas planteadas aquí. Que sólo los buenos cardenales se unan y si reconocen un Interregnum en curso (período entre el final de un papado y el comienzo de otro), aunque inactivo, que le pongan fin y activen un gobierno Interregnum en la Santa Sede  y un proceso para un verdadero Cónclave, uno que sea puramente piadoso, privado, sacramental, secreto y profundamente espiritual. Si no tenemos un verdadero Pontífice, entonces los buenos cardenales, haciendo su trabajo designado "en vista del sagrado acto de elección" "acepten los movimientos interiores del Espíritu Santo" y proporcionen a la Santa Madre Iglesia un verdadero Vicario de Cristo como sucesor de San Pedro.


N. de Plume

Un ami des Papes