Ley de Violencia de Género: una ley contra el varón



http://ramblalibre.com/2018/03/19/nuevo-libro-de-enrique-de-diego-en-amazon-derogad-la-genocida-ley-de-violencia-de-genero/



El escritor Enrique de Diego destaca que ya no es cuestión de denuncias falsas (de mujeres contra varones), que superan el millón doscientas mil desde que se puso en marcha esta nefasta Ley en 2.004, sino de que la mayoría de las sentencias son manifiestamente injustas, con total desprecio de la presunción de inocencia de los varones y con completa degeneración de la Administración de Justicia hacia una Justicia de género, ideologizada, que condena sin pruebas e incluso contra las pruebas.
Enrique de Diego ha puesto cara a las víctimas de la Ley de Violencia de Género, relatos documentados de inocentes a los que se ha destrozado la vida, a los que se ha cortado toda relación con sus hijos, condenando a estos a crecer mutilados. Muestra como los procesos de divorcio y custodio degeneran en orgías de denuncias de violencia de género para obtener ventajas económicas o perpetrar venganzas. Un caso especialmente sangrante es el de Vicente Chinchilla Nuño de la Rosa, condenado a veinte años, de los que lleva cinco cumplidos en el penal de Albacete, por denuncia falsa de su ex exposa Paz Romero, quien le acusó de haberla violada en dos ocasiones, aconsejada por una abogada feminista. La sentencia es una aberración. Paz Romero no quiso ser vista por una ginecóloga ni por médico forense, como establece el protocolo para violaciones.

De las historias de las víctimas, fruto de una exhaustiva investigación, se desprende un modus operandi habitual de la Justicia de género, que actúa como una trituradora alimentada por el feminismo como ideología de odio. Así las denuncias falsas nunca son perseguidas sino que se archivan por falta de pruebas. El autor detecta el surgimiento de una nueva enferma: la psicópata de género, capaz de inventarse las más delirantes situaciones, patentes simulaciones de delito, con tal de quedarse con la casa, el dinero y encerrar en prisión al varón.
Desentraña también la farsa de los equipos psicosociales y de los servicios sociales dedicados a destruir familias y personas, especialmente a los hijos.