La esquizofrenia preocupante de Francisco

Lettera

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Pocos días antes de la llegada del papa Francisco a Chile, la publicación en Associated Press de una carta suya a los obispos chilenos, en enero de 2015, complicó no poco su visita.
En efecto, esa carta genera un auténtico rompecabezas sobre el verdadero pensamiento de Jorge Mario Bergoglio respecto al mayor escándalo que sacudió a Chile en estos últimos años, el cual tiene por protagonista a un sacerdote de nombre Fernando Karadima.
Karadima, hoy con 87 años, fue durante décadas párroco en Santiago, pero sobre todo fue un educador y guía muy seguido por un gran número de jóvenes y sacerdotes, algunos de los cuales después llegaron a ser obispos.
Pero en el 2010, numerosos discípulos suyos revelaron haber sido abusados sexualmente por él, cuando eran jóvenes o menores. La Santa Sede llego rápidamente a la conclusión que esas acusaciones eran fundadas. Y el 21 de junio del 2011 declaró culpable a Karadima y lo obligó a retirarse a una vida privada, conformada con penitencia y oración.
Pero posteriormente nuevas denuncias golpearon también a tres obispos crecidos en la escuela de Karadima, acusados de haber asistido o de haber tomado parte en alguno de los abusos sexuales llevados a cabo por su maestro.
Estos tres obispos eran:
- Juan de la Cruz Barros Madrid, ordenado en 1995 como auxiliar de Valparaíso, luego obispo de Iquique y en esa época ordinario militar de Chile;
- Tomislav Koljatic Maroevic, ordenado en 1998, obispo de Linares;
- Horacio del Carmen Valenzuela Abarca, ordenado en 1995, obispo de Talca;
También sobre estos tres obispos la Santa Sede hizo averiguaciones, las que hicieron madurar rápidamente la decisión de exonerarlos de sus cargos.
Esto, en efecto es lo que se deduce de la carta de Francisco dada a conocer hace pocos días por Associated Press.
Según lo que escribe el Papa en esta carta, en el 2014 el nuncio vaticano en Chile, Ivo Scapolo, pidió a Barros, quien de los tres obispos era el que más estaba en el ojo de la tormenta, que renunciara y se tomara un año sabático.
El nuncio dijo además a Barros en forma confidencial – siempre según lo que escribe el Papa – que el mismo paso le habría sido pedido también a los otros dos obispos acusados.
Pero Barros, en la renuncia hecha llegar por él a las autoridades vaticanas hacia fines del 2014, puso por escrito también lo que el nuncio le había dicho bajo secreto respecto a los otros dos obispos. Y esta infracción – escribe el Papa en la carta – “complicó y bloqueó” todo.
En efecto, no se continuó con la renuncia de Barros ni con la de los otros dos obispos.
No sólo eso. Poco después, Francisco incluso promovió a Barros de ordinario militar a obispo de una diócesis, la de Osorno.
El nombramiento se hizo público el 10 de enero de 2015 y en Chile estalló el fin del mundo. El 23 de enero, el consejo permanente de la Conferencia Episcopal de Chile escribió al papa Francisco una carta para pedirle el revocamiento del nombramiento.
Y el 31 de enero Francisco respondió a los obispos chilenos justamente con la carta que ahora hizo conocer Associated Press.
A continuación, presentamos el texto íntegro de la carta:
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Vaticano, 31 de enero de 2015
A los Sres. Obispos
del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile
Santiago
Queridos hermanos:
Recibí el correo electrónico de fecha 23 de los corrientes. Muchas gracias por manifestar abiertamente la inquietud que, en estos momentos, tienen respecto al nombramiento de Mons. Juan Barros Madrid. Comprendo lo que me dicen y soy consciente de que la situación de la Iglesia de Chile es difícil debido a todas las pruebas que han tenido que soportar. Les aseguro, además de mi fraterna comprensión, mi cercanía de hermano y mi oración.
Recuerdo bien la visita de Ustedes en febrero del año pasado y también las diversas propuestas, las cuales me parecieron prudentes y constructivas.
Sin embargo surgió luego, hacia fin de año, un problema serio. El Sr. Nuncio le pide a Mons. Barros la renuncia y lo exhorta a tomar un periodo sabático (un año, por ejemplo) antes de asumir otra responsabilidad pastoral como Obispo diocesano. Y le comenta que el mismo proceder se tomará con los Obispos de Talca y de Linares, pero que no se los dijera a ellos. Mons. Barros hace llegar el texto de su renuncia añadiendo este comentario del Nuncio.
Como Ustedes podrán comprender este comentario del Sr. Nuncio complicó y bloqueó todo eventual camino ulterior en el sentido de ofrecer un año sabático. Hablamos del asunto con el Card. Ouellet y sé que él habló con el Sr. Nuncio.
En estos momentos, por expresa indicación de la Congregación para los Obispos, Mons. Barros está haciendo el mes de Ejercicios Espirituales en España. No sé si pasará por Roma al concluirlos, pero avisaré de esto al Card. Ouellet y de la sugerencia que Ustedes hacen.
Les agradezco nuevamente la apertura y franqueza en expresar el parecer y sentir; es la única manera de trabajar por la Iglesia, cuyo cuidado el Señor ha confiado a los Obispos. Les pido, por favor, que recen por mí pues lo necesito.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
Fraternalmente.
Franciscus
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Como se ve, en esta carta suya Francisco no explica por qué bastó una simple incorrección de escritura – por otra parte, corregible – para anular la renuncia de Barros.
Ni mucho menos el Papa cita ni explica el sorprendente giro llevado a cabo por él con la promoción a la diócesis de Osorno del obispo que apenas poco tiempo antes tenía la intención de hacer renunciar.
Esto es entonces lo que aconteció a continuación.
- El 6 de marzo de 2015 Francisco recibe en audiencia al arzobispo de Concepción, Fernando Natalio Chomalí Garib, administrador apostólico de Osorno, mientras se esperaba que fuera incardinado el nuevo obispo.
- El 21 de marzo Barros hizo su ingreso oficial en la diócesis de Osorno, en el marco de un huracán de protestas.
- Diez días después, el 31 de marzo, un comunicado del vicedirector de la sala de prensa vaticana declara que "antes del reciente nombramiento como obispo de Osorno (Chile) de S. E. Mons. Juan de la Cruz Barros Madrid, la Congregación para los Obispos estudió detalladamente la candidatura del prelado y no encontró razones objetivas que interfirieran con la misma". Lo que no explica por qué, por el contrario, hasta el 2014 en su totalidad la Santa Sede optara por la renuncia de Barros.
- En abril, Marie Collins, víctima en su juventud de abusos y miembro de relieve de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, critica públicamente el nombramiento de Barros. Y con otros tres miembros de la Comisión se dirige a Roma para encontrarse con el presidente de la misma, el cardenal Sean O'Malley, para convencer al Papa que revocara el nombramiento.
- En mayo, al término de una audiencia general en la Plaza San Pedro, Francisco encuentra a un ex portavoz de la Conferencia Episcopal Chilena, Jaime Coiro, con su familia, quien le dice que en Chile la Iglesia "reza y sufre" por todo lo que está sucediendo.
Y he aquí las palabras textuales que Francisco le dirige, inmortalizadas en un video de un minuto y veinte segundos, puesto en circulación el 2 de octubre posterior por el periódico chileno "Ahora Noticias":
"Es una Iglesia que perdió la libertad dejándose llenar la cabeza por políticos, juzgando a un obispo sin ninguna prueba después de veinte años de servicio. O sea, que piensen con la cabeza, no se dejen llevar por las narices de todos los zurdos que son los que armaron la cosa.
"Además, la única acusación que hubo contra ese obispo fue desacreditada por la corte judicial. O sea, por favor, eh… no pierdan la serenidad. Osorno sufre sí, por tonto, porque no abre su corazón a lo que Dios dice y se deja llevar por las macanas que dice toda esa gente. Yo soy el primero en juzgar y castigar a alguien que tiene acusaciones de ese tipo… Pero en este caso ni una prueba, al contrario… De corazón se lo digo. No se dejen llevar por las narices de estos que buscan lío no más, que buscan calumnias…".
- En octubre, después de la difusión de estas palabras de Francisco tan absolutorias de Barros como humillantes para sus acusadores, las protestas explotaron con mucha más fuerza. Y también Marie Collins declara en un tweet toda su incomodidad por esta toma de posición del Papa:
"Que pérdida de tiempo ha sido ese viaje mío a Roma respecto a Barros, visto como son tratadas las protestas de las valientes víctimas de Karadima".
- Un año y medio después, el 20 de febrero de 2017, Francisco recibió a los obispos de Chile en visita "ad limina". Conversa con ellos, a puertas cerradas, durante cerca de tres horas. Luego del encuentro, el cardenal de Santiago, Ricardo Ezzati Andrello, declara que el Papa ha abordado "con mucha sinceridad" también el problema de la pedofilia, invitando a "a superar esta situación". Pero nada cambia respecto al obispo de Osorno, presente también él en el encuentro, al lado de los otros dos discípulos de Karadima, los obispos de Linares y de Talca.
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Así estamos hoy, en vísperas de la llegada del papa Francisco a Chile, precisamente ahora que ha sido destapada – con la publicación de su carta del 31 de enero de 2015 – la maraña de contradicciones que ha signado hasta aquí su gestión del asunto.
Contradicciones entre el decir y el hacer. Como también entre el decir hoy una cosa y en la siguiente oportunidad decir lo contrario.