“Queridos hijos, estos son tiempos angustiosos; tiempos en los que las decisiones pequeñas se vuelven grandes decisiones y las grandes decisiones se hacen ver como minúsculas. El día de hoy vengo a ustedes por su continuo bienestar. Vengo para recordarles el poder de sus oraciones. Una sola ‘Avemaría’ rezada con el corazón tiene el poder de convertir un alma, detener una guerra o deshacer planes malvados ocultos en los corazones. Cuando sus oraciones se unen a todas las oraciones que se rezan en ese momento alrededor del mundo, la oración tiene poder infinito.
Piensen, entonces, en el poder de un Rosario. Consideren el efecto de muchos Rosarios rezados a lo largo del día. No permitan que Satanás desaliente sus esfuerzos de oración. Celebren hoy el regalo del Rosario.”
“El día de hoy vengo específicamente para motivar al mundo a la oración unificada. Esta oración unificada tiene el potencial de poner al descubierto el mal y revertirlo. Cuando empiecen a rezar, digan: ‘Mis oraciones las uno a todas las oraciones que se estén rezando alrededor del mundo en este momento presente’. Yo tomo esta oración colectiva y la uso como una barrera contra el mal que existe en los corazones por todo el mundo.”