Metas bergoglianas empujadas por sus aliados



Las metas de Bergoglio, encubiertas so capa de bien común, incompatibles con el catolicismo y cada vez más evidentes, se despliegan hábilmente poniendo en marcha toda la red de clérigos en rebelión con la ortodoxia, ya sea a través de afirmaciones, conferencias, libros, tuits...y pueden resumirse en:

Promover indirectamente medidas antipoblacionistas para combatir el cambio climático. Quitar peso al pecado del aborto mediante declaraciones contundentes sólo contra la pena capital. Nueva Academia Pontificia para la Vida y Academia de Ciencas con miembros o conferenciantes abortistas, pro eutanasia, pro experimentación de embriones, eugenistas, anticoncepcionistas...)

Promover la normalización católica de la homosexualidad, el divorcio y el concubinato, abriendo su carta de aceptación por medio del acceso a la Comunión Eucarística y a la Penitencia. Hipócritas declaraciones contra los clérigos pederastas impidiendo las extradiciones (al monseñor acusado de ver y compartir porno infantil) o las penas de cárcel (Capozzi por poseer cocaína)

Promover la homogeneización de los habitantes de Europa mediante la introducción masiva de musulmanes para facilitar el establecimiento del Nuevo Orden Mundial

Acentuar el bien "moral" de los gobiernos socialistas y comunistas desprestigiando a Trump, Viktor Orban etc.. Se sabe que una parte del óbolo de san Pedro fue a financiar la campaña de la nefasta Hillary Clinton

Acabar con la Eucaristía asimilándola a las celebraciones heréticas luteranas de la santa cena

Acabar con el sacerdocio, a través del fin del celibato y la apertura a las diaconisas. Siempre poniendo alguna excusa a la medida (falta de sacerdotes, hacer más visibles a las mujeres...)


La noticia siguiente no es más que otro de los tentáculos de Bergoglio en acción para ir dinamitando la doctrina de siempre. Está claro que Francisco no quiere hacer demasiado evidente lo que piensa y por eso se sirve de sus lacayos:



es.news


El obispo electo de Innsbruck (Austria), monseñor Hermann Glettler, de 52 años de edad, estaría contento si la Iglesia lograra tener mujeres diáconos. Él sabe que el papa Francisco “ha señalado este camino”.

Al hablar en katholisch.de Glettler dice que puede también “imaginar sacerdotes casados”. No es claro si esto incluye sacerdotes viviendo en un seudo-matrimonio homosexual.

Inmediatamente después de su designación, Glettler pidió diaconisas. Será ordenado obispo el 2 de diciembre en el Olympiahalle para usos múltiples, no en la catedral de Innsbruck.