Disney, una empresa famosa por haber creado el concepto de animación en películas dirigidas a toda la familia, desde hace mucho tiempo ha recibido críticas por insertar temáticas espirituales en sus tramas.
Varios de ellos, como Pocahontas y La Princesa y el Sapo mostraban escenas donde el espiritismo y la brujería como algo natural o incluso divertido.
En colaboración con Pixar, el estudio está lanzando a principios de 2018 “Viva La vida es una fiesta”.
Sin embargo, una mirada atenta al guión deja claro que enseña el espiritismo para los niños. En “La vida es una fiesta”
Por detrás del visual colorido y una historia sobre amor a los familiares, la animación fue a México y adaptó una tradición de aquel país, “el Día de los muertos”.
Según el comunicado del estudio, la película “acompaña a un niño en su viaje en el mundo de los muertos para realizar su sueño de ser músico y descubrir el pasado de su familia después de una serie de eventos misteriosos”.
El niño Miguel, el personaje principal, usa una guitarra mágica para ser transportado al mundo de los muertos. Él llega a un ambiente donde los espíritus, todos en forma de esqueleto, habitan una realidad paralela, que nada tiene que ver con la descripción del cielo bíblico.
Miguel es acompañado por el perro Dante, una referencia al escritor medieval Dante Alighieri, autor del libro “La Divina Comedia”, que narra una visita a los siete niveles del Infierno.
El trailer ya divulgado por la empresa muestra que sería posible la comunicación de una persona viva con los muertos, concepto-base del espiritismo. Él recibe consejos de ellos para una vida mejor, otro concepto común en la doctrina espíritista.
Por último, no hay la idea de juicio después de la muerte, ni la necesidad de perdón de los pecados, todos van al mundo de los muertos, independientemente de lo que hayan hecho en esta vida, negando así la necesidad de la muerte de Cristo en la cruz.
