Lyon impulsa Comunión sacrílega de manos de Barbarin



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El cardenal Philippe Barbarin responde a los reporteros cuando aparentemente le preguntan cuántos mandamientos aún están en vigencia.
Como se informó en el periódico católico francés La Croix, el domingo 15 de octubre, el arzobispo de Lyon, el cardenal Philippe Barbarin, organizó un evento en la Cathédrale Saint-Jean-Baptiste donde presentó "caminos de discernimiento" tal como se propone en Amoris Laetitia.

Asistieron a la "catedral llena" aquellos que habían respondido a la invitación emitida por Su Eminencia a través de una carta dirigida "A la atención de los católicos separados, divorciados o divorciados vueltos a casar".

Según el informe, el evento contó con seis testimonios dados por "aquellos que han sufrido una ruptura matrimonial", después de lo cual el Cardenal Barbarin, quien apenas diez días antes se había  citado con Francis junto con ochenta sacerdotes, aplaudió.

La Croix, usando solo los nombres de ciertos asistentes, informó sobre su situación.

Catherine, por ejemplo, estuvo acompañada en el evento por "su nuevo compañero, Laurent", del que se nos informa, "tuvo que abandonar su parroquia al mismo tiempo que se separó de su esposa".

Eso, sin embargo, fue antes de Amoris Laetitia; después de lo cual según Laurent:

"Sentimos que la Iglesia ya no es tan rígida cuando se trata de este tipo de problemas. Catherine y yo fuimos a ver al sacerdote que había llegado recientemente a nuestra parroquia. Él nos dio una cálida bienvenida ".

Con respecto a la implementación de Amoris Laetitia, el cardenal Barbarin transmitió que uno de los puntos enfatizados por Francisco durante su reciente visita a Roma fue "no usar el lenguaje en torno a lo que se puede y no se puede hacer".

Sabes, cosas como Tú no cometerás adulterio, no matarás, no mentirás, no robarás, etc...

Según La Croix, algunos de los "separados, divorciados o divorciados vueltos a casar" asistentes expresaron el grado en que habían sufrido en la Iglesia.

El Cardenal les "pidió (a ellos) su perdón" antes de darles a cada uno una copia de la exhortación apostólica [Amoris Laetitia].

El artículo nos presenta a una pareja, Florence and Georges, que según los informes luchó por "volver a la Iglesia" durante doce años.

... aunque comenzaron a asistir a la Misa nuevamente con toda la familia, cuando llegó la hora de la comunión se sintieron "aislados en su banco". Confesaron que "cuanto más recobramos nuestro lugar anterior en la Iglesia, menos sentimos que teníamos el derecho a la comunión".

¡A veces los "sentimientos" son irrelevantes!

Así, aparentemente la pareja buscó encontrar un camino alternativo a la práctica bi-milenial de la Iglesia "que se basa en la Sagrada Escritura, de no admitir a la Comunión Eucarística personas divorciadas que se han vuelto a casar" (ver Familiaris Consortio, 84).

Y luego, justo cuando todo parecía perdido, vino un Superhéroe para salvarlos; más bien, lo convertimos en un Superhereje, el mismo que con Amoris Laetitia estableció lo que el cardenal Barbarin llamó un "camino difícil".

¿Qué tan difícil? Dígame

Según lo informado por La Croix:

Finalmente, Florence y Georges encontraron un oído comprensivo en el sacerdote de Bron [Padre Franck Gacogne, un sacerdote en Saint Benoît]. "Su primera pregunta fue, ¿estáis en paz?"

En otras palabras, ¿estáis a gusto en vuestro adulterio?

A lo que aparentemente dijeron: Sí, somos geniales, es sólo que no hay Comunión para nosotros




Luego, el artículo pasó a describir el "camino difícil" de la siguiente manera:

Gracias a los caminos abiertos por Amoris Laetitia, el sacerdote pudo ofrecerles orientación, utilizando un programa desarrollado por Equipes Reliance, que está asociado con Equipes Notre-Dame, grupos de apoyo para parejas cristianas en nuevas uniones. Prepararon "una celebración que incluyó una bendición para nosotros".

En la siguiente misa dominical, pudieron volver a tomar la Eucaristía.

El aserto del cardenal Barbarin sobre el "camino del discernimiento" es bastante simple:

"Si alguien ya no puede soportar no tomar la Comunión y debido a este sufrimiento interno, finalmente decide dejar de asistir a la Misa, sería absurdo e inhumano continuar negándoles (la Eucaristía)".

Por lo tanto, todo lo que los católicos divorciados y vueltos a casar de Lyon, y seamos honestos, las parejas homosexuales, deben hacer es denunciar un  "sufrimiento interno" y amenazar con dejar de ir a misa, o prometer que volverán a misa si se le da la bienvenida a la Comunión !

Bueno ... esa es una forma de llenar los asientos en una Iglesia que, según el cardenal Barbarin, Ella había estado tratando a esas personas de forma absurda e inhumana hasta ese glorioso día en que Francisco abrogó el pecado mortal, más rápidamente que una bala a toda velocidad.

De acuerdo con La Croix:

El Cardenal reiteró que "para algunas personas, el camino de la fe necesariamente incluye tomar la comunión, mientras que para otros, es suficiente participar en la Misa sin comunión".

En otras palabras, es completamente dejado a la conciencia del individuo elegir su propio "camino de fe", al demonio con la Ley Divina y todos los "no matarás, no adulterarás ..."

Debemos admitir que este es un programa "pastoral" perfectamente apropiado para la iglesia del hombre que suplantó a la Iglesia de Cristo (en muchos jerarcas) desde el Concilio Vaticano II.