Estimados lectores, hoy comienzo un curso de retiro y no publicaré hasta el lunes. Les encomendaré a todos en mis oraciones.
También hoy, 13 de octubre, se cumple el 100º Aniversario de las Apariciones de Fátima, concretamente del milagro del sol, aniversario que desgraciadamente no se puede celebrar sino que, más bien, es causa de aflicción por todo lo que se nos va a venir encima, no sólo en el ámbito de la apostasía generalizada sino también de guerras y otras catástrofes.
Ningún papa ha querido complacer el deseo de Nuestra Señora, porque como recientemente ha declarado el card. Burke, Rusia todavía no ha sido consagrada a su Inmaculado Corazón.
De aquí la gravedad de estas omisiones pontificias, las cuales han demostrado que en efecto, se ha abierto la veda para que el Infierno desate toda su fuerza, sobre todo con un antipapa que ya está sentado sobre la sede petrina, sembrando el caos y la división en toda la catolicidad.
La apostasía surge de la misma cúpula de Roma para devastación de la fe (Portugal conservará el Dgma de la fe, dijo la Virgen en Fátima, lo que quiere decir que en otros lugares se perderá). Sólo nos queda, rezar cuantos rosarios podamos, y para ello aprovechemos los tiempos muertos entre una actividad y otra, los desplazamientos, esperas etc... para rezarlo y aminorar así la fuerza de los castigos.
Otra maquinación que ya está en marcha es la adaptación del Catecismo al mundo, creando los catecismos plurales, según cada cultura. Lo afirmó un teólogo centroeuropeo: catecismos-plurales-sustituirian-al.html
como base para las últimas afirmaciones bergoglianas sutiles pero que nos avisan de que algo se prepara, pues como informa https://www.listindiario.com/ , el Papa quiere reformar el Catecismo.
Si bien, la excusa es abolir la posibilidad de aceptar moralmente la pena de muerte, siempre en nombre de la misericordia, sabemos que es la puerta de entrada para cambiar todo lo que no le guste y adaptarlo al mundo. El pro homosexual J Martin ya dijo que hay que sustituir en el Catecismo, las palabras "intrínsecamente desordenados" referidas a los actos sodomíticos, por "diferentemente ordenados".
como base para las últimas afirmaciones bergoglianas sutiles pero que nos avisan de que algo se prepara, pues como informa https://www.listindiario.com/ , el Papa quiere reformar el Catecismo.
Si bien, la excusa es abolir la posibilidad de aceptar moralmente la pena de muerte, siempre en nombre de la misericordia, sabemos que es la puerta de entrada para cambiar todo lo que no le guste y adaptarlo al mundo. El pro homosexual J Martin ya dijo que hay que sustituir en el Catecismo, las palabras "intrínsecamente desordenados" referidas a los actos sodomíticos, por "diferentemente ordenados".
En una ceremonia en el Vaticano, el pontífice reiteró su creencia de que la pena capital es “inadmisible” bajo cualquier circunstancia. Calificó ese castigo como violatorio del Evangelio y equivalente a la toma voluntaria de una vida humana, que “siempre es sagrada a los ojos del Creador”.
El catecismo, publicado por el entonces papa Juan Pablo II con el fin de dar a los feligreses una guía de consulta fácil sobre la doctrina católica, no descarta recurrir a la pena de muerte.
El texto, aunque reconoce que la necesidad de la pena capital es infrecuente, “si no es que prácticamente inexistente”, afirma que es permisible si es la única manera de defender una vida humana ante “un agresor injusto”. La pena capital está prohibida en la mayor parte de Europa y Sudamérica, pero sigue vigente en Estados Unidos y en varios países de Asia, África y el Medio Oriente.
Francisco reconoció que en el pasado incluso los estados papales permitían “este recurso extremo e inhumano”, pero afirmó que la Santa Sede había errado al permitir una mentalidad “más legalista que cristiana”. Hizo notar que la doctrina católica puede evolucionar, y afirmó que el catecismo “debe hallar una manera más adecuada y coherente” para expresar el mensaje del Evangelio sobre el valor y la dignidad de toda vida humana.
“Es necesario repetir que no importa cuán grave haya sido el crimen, la pena de muerte es inadmisible porque ataca la dignidad inviolable de la persona”, señaló.
Francisco se ha caracterizado por defender los derechos de los presos. En casi todos los viajes al extranjero que ha realizado, ha ido a visitar a reos para darles palabras de solidaridad y esperanza.