Paglia acusa a JP II de ser precursor de Amoris L



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Jefe de la Academia pro-vida Vaticana: Juan Pablo II inició la "revolución" para dar a los adúlteros la Comunión


El presidente de la Pontificia Academia para la Vida ha defendido la reciente sustitución del Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre Matrimonio y Familia por una escuela centrada en Amoris Laetitia, y sostiene que se trata de una renovación de las metas pro-vida.

En la misma entrevista, dijo que el ser pro-vida abarca la violencia por armas, el apoyo a la inmigración y el ecologismo, y afirmó que el Papa Juan Pablo II abrió el camino para la aprobación de la Iglesia de la Comunión por los adúlteros.

Además de encabezar la Academia pro-vida del Vaticano, el Arzobispo Vincenzo Paglia es el Gran Canciller de la nueva escuela centrada en Amoris Laetitia

Paglia dijo a John Allen de Crux que la transformación del Papa del Instituto es "para su mayor crecimiento".

El Instituto "no podía quedarse como estaba", dijo Paglia, debido a los cambios "tanto en la conciencia de la Iglesia como en las condiciones sociales, culturales y antropológicas del mundo".

El Instituto Juan Pablo II ha sido considerado durante mucho tiempo como un bastión de la ortodoxia católica. Antes del Sínodo Extraordinario sobre la Familia, dos profesores del antiguo Instituto escribieron un libro argumentando en contra de permitir la Santa Comunión para los divorciados y "vueltos a casar" sin una anulación.

Dijo que Juan Pablo II inició la "revolución" en la Iglesia para la Comunión para los divorciados recasados, y que el Papa Francisco lo lleva a cabo como el "mejor intérprete" del santo JPII.

"El Papa Francisco ha llevado adelante, ha levantado, ciertas intuiciones presentes en Familiaris Consortio que realmente no se hicieron explícitas en una forma clara", dijo Paglia.

Un "ejemplo claro" de esto "es el divorciado y vuelto a casar".

"La verdadera revolución allí ocurrió bajo Juan Pablo II, no bajo Francisco, que aún no ha sido entendido", dijo Paglia. "Hay que recordar que antes de [Familiaris Consortio], no era que los divorciados y casados nuevamente no pudieran conseguir la Comunión, sino que fueron prácticamente excomulgados y expulsados. Eran extraños. Después de JP, todo el mundo estaba dentro de la casa ... ¡No puedo enviarlos a la terraza! "

Pero, contradiciendo a Paglia, aquí están las palabras que JP II escribió en Familiaris Consortio:

... la Iglesia reafirma su práctica, que se basa en la Sagrada Escritura, de no admitir a la comunión eucarística a las personas divorciadas que se han vuelto a casar. Ellos no pueden ser admitidos a ello por el hecho de que su estado y condición de vida contradicen objetivamente esa unión de amor entre Cristo y la Iglesia que es significada y efectuada por la Eucaristía. Además de esto, hay otra razón pastoral especial: si estas personas fueran admitidas a la Eucaristía, los fieles serían conducidos al error y a la confusión con respecto a la enseñanza de la Iglesia acerca de la indisolubilidad del matrimonio.

La reconciliación en el sacramento de la penitencia, que abre el camino a la Eucaristía, sólo puede concederse a aquellos que, arrepentidos de haber roto el signo de la Alianza y de fidelidad a Cristo, están sinceramente dispuestos a emprender un modo de vida que no es más tiempo en contradicción con la indisolubilidad del matrimonio. Esto significa, en la práctica, que cuando por motivos graves, como por ejemplo la crianza de los hijos, un hombre y una mujer no pueden satisfacer la obligación de separarse, "asumen el deber de vivir en completa continencia, es decir, abstinencia de los actos propios de las parejas casadas ".

Si Amoris Laetitia abrió la puerta al cambio de la práctica perenne de la Iglesia, que Juan Pablo II defendió en Familiaris Consortio, ha sido objeto de debate desde su publicación.

El Papa Francisco no ha respondido a la dubia, o petición formal, de cuatro cardenales que le preguntan si su exhortación hace este cambio radical. Sin embargo, Fco. apoyó explícitamente las directrices que permiten la comunión para los divorciados en adulterio, diciendo que "no hay otra interpretación".

Paglia dijo que Amoris Laetitia será la "Carta Magna" de la nueva escuela y que "la dirección que tomará el nuevo instituto está estrictamente ligada" a la polémica exhortación.

"Un instituto como el nuestro necesita ser capaz de preservar el tesoro de la experiencia del trabajo que la Iglesia ya ha hecho en esta área, y ahora ofrecer instrumentos de formación, para sacerdotes y familias para que podamos vivir verdaderamente esta nueva situación "sobre las cuestiones de la familia, dijo Monseñor Pierangelo Sequeri, el presidente del nuevo Instituto.


La "cuestión ecológica" es parte de ser pro vida


Paglia, quien ha defendido previamente el reciente nombramiento de un partidario del aborto en la academia pro-vida que dirige, dijo a Allen que "no permitirá que nadie sea más pro-vida que yo". "Quiero ser pro- vida desde el principio, todo el camino hasta el final, y sólo eso ", dijo Paglia. "Yo también quiero ser pro-vida en todas las condiciones y situaciones de la vida". Él le explicó que esto significa negarse a "aceptar": la pena de muerte, "que los inmigrantes mueran en las calles", o que más gente en los Estados Unidos han sido por armas de fuego de los que fueron asesinados en las Torres Gemelas el 11 de septiembre. "Creo que ha llegado el momento en que la Iglesia debe tomar la defensa de la vida en un sentido global, incluida la cuestión ecológica", dijo Paglia


El arzobispo dijo que "ciertamente" piensa que la Iglesia debería estar abierta a asociarse con las feministas para luchar contra la subrogación, algo que Allen sugirió que podría ser una de sus "nuevas alianzas". 

Paglia encargó un mural homoerótico en el que él mismo fue pintado para su antigua catedral. También supervisó el desarrollo de un programa de educación sexual que un psiquiatra dijo que contenía material similar al que usan los abusadores sexuales para preparar a las víctimas.