El clero australiano no romperá el sigilo de la confesión



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Los sacerdotes no deben ser obligados a denunciar el abuso sexual infantil revelado en el confesionario, dijeron sacerdotes católicos australianos y que preferirían arriesgar ir a la cárcel antes que romper el sigilo sacramental.

Los comentarios surgen de una investigación nacional realizada por el gobierno sobre el abuso sexual infantil, que está en su fase final después de más de cuatro años de audiencias.

La Comisión Real en Australia emitió ayer 85 propuestas de reformas, entre ellas una ley que declara no haber denunciado tal abuso como delito, incluso cuando la información fue revelada durante la confesión (sacramental).

"No debe haber exención, excusa, protección o privilegio de la ofensa dicha (en la confesión)  al clero", dijo.

Uno de los principales clérigos católicos de Australia, el arzobispo de Melbourne, Denis Hart, dijo que la confesión era una parte fundamental de la libertad religiosa y cuando se le preguntó si los sacerdotes irían a la cárcel en vez de romper el sello de confesión, le dijo a la radio de ABC:

"Creo que se trata de una comunicación sacrosanta absoluta de un orden superior que los sacerdotes respetan por naturaleza", dijo el arzobispo.

"Ellos (los sacerdotes) no quieren hacer nada que lastime a los niños, pero debido a la naturaleza de ese encuentro sacramental (entre el penitente y el ministro), están obligados por lo que la iglesia dictamina, y tienen que ser fieles a eso. "

El arzobispo fue apoyado por otros clérigos de alto perfil, incluyendo su homólogo de Brisbane, Mark Coleridge, y el padre y abogado jesuita Frank Brennan.

"Si hay una ley que dice que tengo que revelar el secreto de confesión, entonces sí, rehusaré conscientemente a cumplir con la ley", dijo el Arzobispo Brennan a The Australian.

"Todo lo que puedo decir es que en 32 años nadie se ha confesado conmigo de algo así.

"Y la institución de tal ley, digo, simplemente reduce, en lugar de aumentar, la perspectiva de que alguien vaya a confesarse eso".

La Comisión Real dijo que hizo la recomendación después de escuchar los casos "donde los perpetradores que hicieron una confesión religiosa por abusar sexualmente de los niños continuaron abusándolos y pidiendo perdón en el sacramento de la confesión".


Australia ordenó la Comisión Real en 2012 después de una década de creciente presión para investigar las denuncias de abuso infantil en todo el país.