"Siempre ocurre que aquellos que caminaron más cerca de Cristo, Nuestro Señor, fueron los que tuvieron que soportar las mayores pruebas."
- Santa Teresa de Ávila
¿Tengo esta temporada, ahora, una contradicción, un dolor?
¿De qué manera puedo "replantearlo" para verlo como un "beso de la cruz"?
¿Lo ofrezco a Dios a través del sacrificio de la Misa para que adquiera valor infinito, y ejercer así de corredentores?
Nos puede ayudar el aplicarlo a alguna necesidad concreta, nuestra o en favor de la Iglesia, de las almas del Purgatorio, de los que van a morir ese día etc...