Italia se rebela contra la inmigración: 5.500 municipios cierran sus puertas





mediapresse Francesca Villasmundo - 18 de julio de 2017 (traducción a grosso modo)

Desde comienzos del año más de 93.000 emigrantes, según cifras oficiales, un 19,79% más respecto al año anterior en el mismo período, desembarcaron en la península italiana. De las 8.000 municipios sólo 2.500 han decidido seguir abriéndoles las puertas.

En los últimos meses, hubo pocos que se resistieron a los dictados de la aceptación incondicional. Eran muy a menudo los municipios gobernados por la derecha, que ya tenían que lidiar con presupuestos reducidos, y no se veían financieramente capaces de recibir inmigrantes ilegales.

Ahora la oposición a la hospitalidad se ha extendido a muchos otros alcaldes y concejales de todos los colores políticos. De 8.000 municipios, 5.500 han decidido cerrar sus puertas a los solicitantes de asilo revela bien el diario italiano  La Stampa. Esto demuestra la exasperación del pueblo italiano frente a esta invasión migratoria.

Pero en lugar de tener en cuenta este rechazo y cerrar el grifo, el Ministerio del Interior italiano continúa su política de inmigración dispersando las llegadas en las 2.500 ciudades que se han adherido a los planes de acogida implantados por el Gobierno italiano. Como resultado, la cuota de asignación ha aumentado a tres "refugiados" por cada mil habitantes! "(...) pero como la emergencia migratoria solo afecta a estos 2.500 centros, la tensión está en su apogeo porque los números superan los límites de la cuota fijada".

Las barricadas, apoyadas por los alcaldes de las comunidades invadidas, fueron erigidas en ciudades de gran importancia, como Civitavecchia, y se encontraron en todas partes, especialmente en el sur del país.

(...)El señor Deccaro, confundido en su simpatia por los inmigrantes, parece no haber comprendido que los italianos ya no quieren seguir recibiendo migrantes, si bien hace que el actual gobierno pro inmigración esté totalmente desconectado de la realidad migratoria y los fatales corolarios que conlleva: 

Degradación de las ciudades , 

Desastre de la recepción a toda costa, 

Acampadas salvajes por todas partes, 

Basuras y desperdicios, 

inseguridad, 

Epidemias, 

Condiciones sanitarias e higiénicas espantosas, 

Delincuencia en aumento ...



"Ahora está claro que está en marcha una invasión", exclama el alcalde siciliano de Castell'Umberto, Enzo Lionetto, que ya no quiere alojar inmigrantes ilegales en su ciudad.