Mons Schneider: es protestante la idea de la conciencia como juez supremo

De la entrevista a Mons Schneider (Adelante la Fe) 

-Monseñor, algunos obispos y cardenales han declarado en días recientes que, la sola conciencia basta para recibir la comunión. ¿Es posible decir que quien se sienta en paz con su conciencia puede acercarse a recibir la santa comunión?
-MS: No. Esta declaración está en contra de la constante enseñanza y de la tradición de la Iglesia. Es el principio del subjetivismo, en última instancia de Lutero, del protestantismo. En las comunidades protestantes existe este método de que la conciencia es el juez supremo. ¡Y no! la conciencia no es el juez, ésta debe escuchar la voz de Dios. Esta es la verdadera conciencia, cuando escucha. Y existe el mandamiento de Dios de manera clara, y la enseñanza de la Iglesia. El no cometer adulterio y estar en estado de gracia incluso de manera objetiva no sólo subjetiva, y de esta manera recibir la santa comunión porque los sacramentos no son acciones privadas de cada individuo, los sacramentos son públicos, son las acciones más públicas de la Iglesia. Por lo tanto, debe haber un criterio objetivo. Tal y como san Pablo nos lo dijo ya en la primera carta a los corintios, y esto es palabra de Dios inspirada por el Espíritu Santo, por lo tanto la conciencia individual no puede ser en este caso el juez sino la Palabra de Dios y la tradición constante de la Iglesia.
-Ante las recientes amenazas de suspensión ad divinis para los sacerdotes malteses por parte de sus obispos que se nieguen a dar la comunión a los divorciados vueltos a casar y el reciente caso de un sacerdote suspendido ad divinis en Colombia. ¿Qué opinión tiene al respecto de la postura de obispos como los de Malta? Y ¿qué nos espera a nosotros como fieles católicos si en nuestras parroquias llegamos a tener sacerdotes dispuestos a permitir la comunión sacrílega con tal de no ser suspendidos? ¿Y qué debemos hacer nosotros al respecto?
-MS: Bueno, no conozco los textos de estas normas de los obispos malteses y por lo tanto no puedo hablar directamente de esto, pero cuando un obispo hace esto está cometiendo un grave abuso de su poder. Está ordenando pecar, y cuando un obispo o incluso un papa ordena pecar, debo rechazar esto porque debo obedecer a Dios. Por lo tanto, en este caso el sacerdote debe decirle al obispo: “su excelencia, usted me está ordenando cometer pecado y no puedo hacer esto, debo obedecer en este caso a Dios y no puedo obedecerlo a usted en este caso”. Pero, hasta donde tengo conocimiento estos casos son raras excepciones y espero que no se propaguen por la Iglesia este tipo de normas tan drásticas y abusivas de obispos obligando a los sacerdotes a dar la comunión a los divorciados; ellos deben resistir incluso al grado de perder su oficio. Mejor perderlo todo, pero no cometer pecado en contra del mandamiento de Dios, en este caso.
-Mons. esta fue la última pregunta, queremos agradecerle por su tiempo y paciencia, y por clarificar estas inquietudes de la mayoría de los fieles católicos alrededor del mundo. Gracias Mons. Athanasius Schneider por esta entrevista para Rorate Coeli y Adelante la Fe y por favor ténganos en sus oraciones.
_MS: Gracias y quisiera terminar alentando a los fieles a no desalentarse en estos tiempos tan oscuros de confusión sino de considerar esto también como un reto para crecer en confianza en Dios, en su poder omnipotente, que Él puede superar con su poder omnipotente esta crisis. Así que tenemos que profundizar en nuestra confianza sobrenatural, en la indestructibilidad de la Iglesia y profundizar en nuestro conocimiento católico, en nuestra fe católica, en la alegría de nuestra fe y, realmente lo más importante en la Iglesia, no es ser papa, ser cardenal, obispo o sacerdote, sino ser un buen católico, ser un buen fiel, vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, a la voluntad de Dios y mantener el tesoro de la Iglesia Católica que Cristo nos dió, que Él nos reveló y que los Apóstoles nos transmitieron; que la Iglesia nos ha transmitido durante 2.000 años. Mantener este tesoro de la integridad y de la belleza de la fe católica en nuestras almas. Y nadie puede quitarnos esta gracia porque Cristo nos la dió. Que Dios los bendiga y los fortalezca a todos ustedes católicos y por favor, recen y hagan sacrificios por la superación de esta crisis, recen por el santo padre, que Dios dé a su Iglesia en estos días muchos buenos y valientes sucesores de los Apóstoles, así como sacerdotes, y laicos, y buenas familias católicas.