7 pruebas: Fco quiere la Comunión para adúlteros

Por Sandro Magister 
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Mientras tanto siguen las intervenciones cuyo fin es confirmar, en nombre del Papa, que la exhortación apostolica "Amoris laetitia", a pesar de las oscuridades y dudas que plantea, sí es "clara" en su admisión de los divorciados que se han vuelto a casar a la comunión, aunque continúen viviendo "more uxorio" (con relaciones sexuales).
Resumiendo, la primera persona a la que el Papa confió públicamente la tarea de interpretar así su pensamiento fue el cardenal Christoph Schönborn, en la presentación oficial de "Amoris laetitia" el 8 de abril de 2016.
Después, el 5 de septiembre, fue el Papa personalmente quien escribió a los obispos de la región de Buenos Aires una carta de aprobación por su línea permisiva.
Al cabo de pocos días, el 19 de septiembre, fue el cardenal Agostino Vallini, vicario del Papa para la diócesis de Roma, quien dictó a sus sacerdotes, en la catedral de San Juan de Letrán, instrucciones similares previamente aprobadas por su directo superior.
A continuación "L'Osservatore Romano" publicó, el 14 de enero de este año, claramente animado desde arriba, el vía libre a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar concedido por los obispos de Malta.
De nuevo "L'Osservatore Romano" dio gran difusión, el 2 de febrero, a las directrices aún más "progresistas" publicadas por los obispos de Alemania.
El 10 de febrero, el periódico de la Santa Sede publicó la presentación que había hecho el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona, a un libro suyo titulado "Cómo aplicar Amoris laetitia", escrito en "agradecimiento" al Papa por "haber actualizado al tiempo presente la enseñanza de la Iglesia".
Y por último, "L'Osservatore Romano" ha reproducido el 15 de febrero el elogio que el teólogo Maurizio Gronchi ha tributado a un opúsculo del cardenal Francesco Coccopalmerio sobre las "novedades" del capítulo ocho de "Amoris laetitia", opúsculo presentado como grato al Papa e, incluso, pedido por él.
Hasta aquí la "pars construens" a día de hoy que, como se puede bien observar, se ha acelerado en los últimos días en concomitancia con los "acontecimientos recientes" (un manifiesto y una falsa página de "L'Osservatore Romano" que, irónicamente, denunciaba las incoherencias papales), que han inducido a los nueve cardenales del consejo que coadyuva a Francisco en el gobierno de la Iglesia a manifestarle el 13 de enero "su adhesión y apoyo".
Pero en la estrategia comunicativa de Francisco está también la "pars destruens", es decir, el rechazo persistente y despreciativo de responder a las dudas que le presentaron cuatro cardenales sobre los puntos oscuros de "Amoris laetitia", como también el ostracismo al que parece estar condenado el cardenal Gerhard L. Müller, prefecto de la congregación para la doctrina de la fe y portador, también él, de interpretaciones no gratas al Papa simplemente porque se mantiene firme en el magisterio anterior de la Iglesia.