Me veréis bajar del Cielo para estar entre vosotros.


 Nuestro Señor Jesucristo a Javier Viesca, México 


Sí, Mis pequeños, estoy aquí en el Huerto, orando por vuestra salvación; pidiéndoLe a Mi Padre por cada uno de vosotros. Me estoy ofreciendo por vuestros pecados, estoy muriendo poco a poco en este Martirio.

Sí, Mis pequeños, es un Martirio, para Mí, ver tantos pecados, vivirlos, sentirlos. Todo Mi Ser Divino se conmueve, sufre, llora, ama.Vuestros pecados Me producen tanto Dolor, tantas penas. Gran pesar hay sobre Mí.

He venido a liberaros del poder de satanás, he dado Mi Vida totalmente por vosotros. Desde antes de Nacer, ya estaba destinado por el Padre a traeros Mi Amor, salvaros, a levantaros del sufrimiento del Pecado. Me di en plenitud por cada uno de vosotros. 

VedMe, sufriente estoy, digo al Padre: “escucha Mi Oración”. Sufro, Mi Cuerpo se desvanece a ratos, ¡es tanto el peso de los pecados de vosotros!, y los voy a soportar todos ellos, por el bien de cada uno de vosotros.

VedMe, lloro, sufro, Sudor de Sangre brota de Mí, mancha Mi ropa, y es el principio de Mi Pasión. Mi Padre Me prepara para vuestra salvación.

Quiero apartar de Mí estos momentos, y se Lo pido al Padre, pero ¡es tanto Su Amor por vosotros!, y Me lo pide, Me pide que siga adelante y acepto, acepto este Cáliz, acepto Mi Donación por vosotros. ¡Soy vuestro, Mis pequeños!

Vuestros pecados Me destrozan, pero Mi Amor os salva. ¡Cuánta ingratitud del hombre!, ¡Nací para salvaros! y ¿a cuántos de vosotros os importa esto? Soy la Víctima, Soy el Cordero que va a ser degollado por el Bien de vosotros y, ¿qué hacéis vosotros para acompañarMe en estos momentos?, ¿para acompañarMe en Mi Misión Salvífica?

Vuestro corazón se ha endurecido, vuestro corazón no responde a Mis Plegarias, ¿no os dais cuenta que Me debéis vuestra vida y vuestra salvación? ¡He Muerto por vosotros! Las Puertas del Cielo están abiertas, pero ¿a cuántos de vosotros, realmente, os importa entrar al Reino de los Cielos? ¿Cuántos de vosotros os acercáis a Mí a agradecerMe Mi Donación, vuestra salvación? ¡Tantas almas que desperdician esta Gracia Inmensa, de todo un Dios que os ama! ¡Cuánta ingratitud y cuánta maldad seguís anidando en vuestro corazón!

No hay amor, ya, en los corazones. ¿De qué sirvió Mi Donación, ya que la gran mayoría de almas creadas, se van a condenar? ¿Por qué sois tan necios, tan malagradecidos? Poneos en Mi lugar, Mis pequeños, tratad de entender Mi Tarea, Mi Misión por salvaros.

Queréis la vida fácil, una vida regalada, viviendo, según, vuestra carnalidad. Os he dado una Evangelización de tres años, llevándoos a vivir el Cielo en la Tierra y no queréis hacer Vida estas Palabras, estos Ejemplos que Yo os di, por vuestra salvación y para vuestro goce eterno.

¡Cuánta ingratitud del hombre!, vivís toda una vida, una vida que se os ha dado, para vivirla llena de Amor y, realmente, ¿cuánto amor dais vosotros? ¿Amor Puro y Santo, amor para vuestros hermanos, para su salvación, como el Amor que Yo os di?

Estáis a días de conmemorar Mi Aniversario de Mi Nacimiento, ¿a cuántos de vosotros, realmente, os interesa esto?

Sois del Mundo y vivís en el Mundo. Yo Me di por vosotros, para, que, aunque estuvierais en el Mundo, no fuerais del Mundo. ¡Cuánta maldad hay en vuestro corazón! Os he dado tantas oportunidades de arrepentimiento, de conversión, de crecimiento en la Gracia, de santificación y ¿qué habéis hecho con ésas oportunidades? Nada o prácticamente, nada, y eso es lo que Yo veía en ésos momentos en el Huerto, vuestra ingratitud y vuestra condenación.

Estoy a momentos de que llegue, a Mí, la gran traición de Judas y de los soldados que Me tomarán para llevarMe ante las autoridades. Sigo orando por vosotros, sigo intercediendo por vosotros, pero sigo viendo traición, maldad, pecado y no hay arrepentimiento, no hay amor, no hay agradecimiento por Mi Donación. Vuestro corazón se ha vuelto duro por el pecado.

Os enseñé a que fuerais hermanos, que os amarais los unos a los otros, que vivierais, como Yo Viví. Fui Ejemplo Divino, para que vosotros os llenarais de Mi Divinidad y eso os llevara a vuestra santidad, y Vida eterna en el Reino de los Cielos. Pero no, no queréis venir a Mí, vuestro corazón es como una roca y no dejáis que Yo la rompa, para que vuestro corazón salga de ahí.

Son tan pocas las almas que Me aman, que se dan por Mí, que defienden Mi Causa, que defienden Mis Enseñanzas, que las viven, que las aman. 

Son tan pocos los que reparan, los que Me acompañan, los que Me siguen, los que son ejemplo de vida ante sus hermanos, porque se han vuelto otros Cristos para proseguir Mi Obra de Salvación.

¿Qué os he hecho, Mis pequeños?, os di puro Amor y vosotros Me pagáis con odio, con maldad. Qué, ¿acaso Mi estado Doliente, Sufriente, no conmueve a vuestro corazón al arrepentimiento?

¿Por qué os habéis dejado engañar por satanás?, que solamente quiere vuestra ruina, vuestra destrucción, vuestro dolor eterno y, aun así, le seguís. 

¿No os conmueve Mi Dolor, el grito de aquellos que piden Mi Crucifixión, los latigazos, Mi Sangre, que corre por todo Mi Cuerpo y va dejando charcos por donde camino? 

¿Acaso, os hice algún daño, cuando, Yo, sólo quería vuestra salvación? ¿Acaso, os aconsejé a luchar, a matar, a hacer daño a vuestro hermano? Si así fuera, Me merecería lo que estoy padeciendo por vosotros, pero, Mi Evangelización fue todo lo contrario, fue el preocuparMe por vuestra salvación eterna, fue el Vivir y Morir por vosotros. Nací para vosotros, Viví para vosotros, Morí para vosotros, Resucité para vosotros y ¿así Me pagáis? Vuestro corazón no se conmueve, no le importo a la gran mayoría de vosotros.

Estos son tiempos de cambio, estos son tiempos en que tendréis una Nueva Vida, estos son tiempos de Justicia. Habéis tenido tiempos de Mi Desbordante Amor y, ahora, tendréis tiempos de lágrimas y dolor, que os llevarán a entrar en vuestro corazón y repasar Mi Vida y todo lo que he hecho por vosotros.

No son tiempos de venganza, Mis pequeños, porque, entonces, no habría Amor en Mi Corazón. Son tiempos en que conoceréis,profundamente, lo que Yo hice por cada uno de vosotros. Son tiempos en que conoceréis vuestro interior y os preguntaré: ¿qué habéis hecho por Mí, vuestro Dios, vuestro Salvador? 

Estos son tiempos de Nueva Vida para los que Me han buscado y han creído en Mí. Para los que Me aman, Me siguen y quieren más de Mí. Para los que se han arrepentido de su mala vida y quieren estar Conmigo.  

Estos son tiempos de la eliminación de la cizaña, que son todas aquellas almas que se dieron para el mal y que, en lugar de ayudar a sus hermanos a crecer, los llevaban, también, al matadero, porque, ellos mismos, estaban ya muertos a la Gracia.

Estos son tiempos en que, la maldad de satanás, será eliminada, un tiempo de la Tierra, y Mi Amor purificará todo.

Vosotros, el resto fiel, los que estáis Conmigo, que Me habéis buscado, Me veréis Triunfante, Glorioso, gozaréis inmensamente el haberMe seguido, el haber creído y el haber dado fruto con lo que creísteis de Mí.

Estos son tiempos de Esperanza, en que se materializará todo lo Prometido por Mi Padre y por Mí.

Estos son tiempos de gran alegría, porque el Cielo bajará a la Tierra y conviviréis juntos. Son tiempos de cambio, pero un cambio en el Amor, un cambio de actitud. La tristeza y el dolor desaparecerán de vosotros por un tiempo. Mi Gracia, que invadirá todo lo creado, visible e invisible, transformará todo. Vuestra Fe será premiada, vuestro amor se multiplicará, Mi Vida, que Vive en vuestros corazones, se pasará de padres a hijos, a nietos; generaciones gozarán Mi Presencia, Mis Enseñanzas, Mi Amor. Mi Triunfo será el vuestro. 

Seréis transformados, para que podáis entender Secretos Divinos y los gocéis. Un grande Amor os invadirá y querréis compartirlo con todos los vuestros. Yo, con vosotros, vosotros Conmigo. Un gozo inmenso tendréis cuando Me veáis bajar de los Cielos para estar entre vosotros. Me adoraréis, arrodillados, con un gozo inmenso, pero con un agradecimiento filial.

Vuestro Hermano, Yo, vuestro Salvador, viviré con vosotros, enjugaré vuestras lágrimas y viviréis momentos santos en Mi Compañía y unidos a Mi Amor. Todos tendréis participación Conmigo. Mi Poder Divino hará que Yo esté con todos vosotros a la vez y, cada uno de vosotros recibiréis, en lo particular, lo que necesitéis de Mí. 

Son tiempos de Gloriason tiempos de Bellezas Celestiales, cumplisteis, vuestra Fe será premiada y, ésta, se acrecentará en vosotros y en los vuestros. Vuestra Fe os salvó y Me agradeceréis por ello.

No claudiquéis, Mis pequeños. A pesar de lo que viváis en breve, Yo estaré con vosotros. Por vuestra Fe, viviréis en Mí, pase lo que pase a vuestro alrededor, vuestra Fe, os salvará.

Os amo, Mis pequeños, vosotros, vuestro amor, vuestra donación, vuestros frutos, son los que Me daban fuerza para seguir adelante, cuando estaba Yo, primeramente, en el Huerto. 

Es vuestro amor el que Me acompañó, por el que Me di, por el que Me doné. Almas como las vuestras, a lo largo de la historia, Me daban ésa fuerza para seguir adelante y saber que Mi Donación no iba a ser infructuosa, por eso, os amo inmensamente, Mis pequeños, porque así como Yo veía los pecados de todos los tiempos, también, vi vuestro amor que Me alentaba y Me pedía seguir adelante.

Gracias, Mis pequeños, por vuestro amor. Gracias, Mis pequeños, y os Bendigo, para que sigáis adelante. Ahora Soy Yo, el que os iré acompañando en estos momentos de tribulación y os daré ésa valentía que vosotros infundisteis en Mí, con vuestro amor.

Tenéis Mi Amor, tenéis Mi Corazón, no os abandonaré, como vosotros no Me habéis abandonado a Mí.
Gracias, Mis pequeños.