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Extraño: El Patriarca de Constantinopla escribe en L’Osservatore Romano avalando Amoris Laetitia
06/12/16
En lo que seguramente es uno de los giros más extraños en el debate sobre Amoris Laetitia, Bartolomé, el Patriarca Ortodoxo Griego de Constantinopla, ha escrito un artículo que respalda sin ambages esa exhortación. Aunque no es ningún secreto que el ala kasperita y liberal se ha inspirado en parte de la praxis ortodoxa oriental, que L’Osservatore Romano vaya hasta el punto de publicar un artículo de Bartolomé en apoyo de la AL sólo agravará las preocupaciones de quienes ven este documento como una intención de alejarse de la enseñanza católica perenne.
El texto completo de la editorial, en inglés, se puede encontrar aquí: “Dios es Amor (1 Juan 4: 8)“.
Lo que es más irritante es la simplificación excesiva de Bartolomé del debate sobre Amoris – vea las partes con nuestro énfasis:
En los últimos meses, ha habido muchos comentarios y evaluaciones sobre este importante documento. La gente se ha preguntado cómo se ha desarrollado o defendido la doctrina específica, si las cuestiones pastorales han sido reformadas o resueltas, y si se han reforzado o mitigado reglas particulares. Sin embargo, a la luz de la inminente fiesta de la Encarnación del Señor -una época en que conmemoramos y celebramos que “la palabra divina asumió la carne humana y habitó entre nosotros” (Juan 1,14) – es importante observar que Amoris Laetitia recuerda primero y sobre todo la misericordia y la compasión de Dios, más que únicamente las reglas morales y reglamentos canónicos de los hombres.
Lo que sin duda ha sofocado y obstaculizado a la gente en el pasado es el temor de que un “padre celestial” de alguna manera dicta la conducta humana y prescribe la costumbre humana. La verdad es todo lo contrario, y los líderes religiosos son llamados a recordar y, a su vez, a hacer recordar que Dios es vida, amor y luz. De hecho, estos son los términos repetidamente enfatizados por el papa Francisco en su encíclica, que discierne la experiencia y los retos de la sociedad contemporánea para discernir una espiritualidad de matrimonio y familia para el mundo de hoy.
¿”Solamente las reglas morales y los reglamentos canónicos”? ¡Cómo si sólo eso es lo que preocupara a los críticos de Amoris Laetitia! Esta es una mentira completa y absoluta.
¿Ridiculizando la idea de que el Padre Celestial nos dice qué hacer? ¿En serio?
Nos preguntamos qué es más bochornoso aquí: la cabeza de un pequeño, cada vez más irrelevante, pero aún respetado (aunque disidente) Patriarcado oriental que se expresa como un jactancioso cortesano papal; o L’Osservatore Romano publicando esta basura.
Por desgracia, este giro en los eventos no es sorpresivo. Una de las manifestaciones secundarias menos conocidas del sínodo de 2015 fue la participación activa de un representante de Constantinopla en nombre del ala kasperita. La Croix informó brevemente que el metropolitano Stephanos de Estonia en realidad apeló a uno de los grupos francófonos en el sínodo, con el fin de apoyar el acceso a la santa comunión a los divorciados que se casaron de nuevo, una vez al año o después de un período de penitencia. Además, Stephanos fue elegido para hablar en una de las conferencias oficiales de la prensa vaticana en ese sínodo, durante el cual habló de manera ambigua:
El Patriarca (sic) Stephanos dijo que el sínodo fue una experiencia positiva. Dijo que se había hecho un trabajo extraordinario y que se habían planteado muchos problemas. “Los problemas a los que ustedes se enfrentan no son los diferentes a los que tenemos, todos estamos buscando”, dijo. En sus comentarios, dijo que no había “respuestas fáciles” y que la Iglesia debe abordar cuestiones difíciles.
Respondiendo a una pregunta sobre el “camino penitencial” para los divorciados y vueltos a casar y su admisión a la Eucaristía en la Iglesia ortodoxa, el Patriarca explicó que sólo hay una Iglesia ortodoxa pero que hay diferentes expresiones de la Iglesia. Dijo que se dio cuenta de que la “dimensión humana de los sacramentos” estaba siendo mejor comprendida en el sínodo. “Los Padres están llegando lentamente a entender lo que llamamos ‘la economía de la salvación’. Esto significa que para cada uno hay un lugar y una posición en la economía de la gracia y, por tanto, la importancia de la misericordia”, dijo.
Esto contrastaba radicalmente con la intervención en el sínodo de 2015 del Metropolitano Hilarión de Volokolamsk, representante de Moscú, que no sólo se abstuvo de decir nada sobre la propuesta kasperita o sobre que los divorciados reciban la comunión, sino esencialmente dijo a los obispos católicos que se mantuvieran firmes como siempre lo habían hecho en asuntos relacionados con la familia. (El P. John Hunwicke escribió en ese momento sobre la importancia de lo que Hilarión dijo, y no dijo).
Cabe destacarse que bajo Francisco la colaboración entre el Vaticano y Constantinopla se ha intensificado (sobre todo en asuntos como el medio ambiente y la inmigración) con Bartolomé más que feliz de actuar como el compañero de Francisco. Ahora Bartolomé virtualmente ha hecho a Amoris Laetitia suyo. Al mismo tiempo, ambos han promovido sus agendas progresistas y ecuménicas de maneras que alejan cada vez más a los “tradicionalistas” y los “conservadores” en sus respectivas Iglesias -una situación que no puede y no ayudará a la causa de la actual unión colectiva ahora o en el futuro.
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(Nota: somos completamente conscientes de las otras observaciones hechas por el Met. Hilarion contra los católicos griegos durante los sínodos de la familia y después. Nosotros de ninguna manera excusamos estos comentarios reprensibles ni los justificamos. Nuestro punto aquí no es alabar a Hilarión, sino hacer notar la diferencia de enfoque entre los dos Patriarcados ortodoxos orientales en relación con los puntos debatidos en los sínodos católicos de la familia. Tomar nota de este hecho no es justificar ni alabar cualquier otra cosa que haya hecho Moscú.)
(Traducción de Rocío Salas. Artículo original)