La señal de que Mi Justicia se acerca a los moradores de esta tierra, muy pronto se
verá en el cielo; y os digo que los primeros que se golpearán el pecho, en señal de
arrepentimiento por su culpabilidad, serán Mis sacerdotes. Entonces sus ojos se abrirán y
sabrán que es a Mí, al Hijo de Dios, al que tanto han perseguido.
En esta hora sus espíritus están obscurecidos; por eso, nada ven y nada entienden. Mi Luz no se conservó en sus corazones, porque se fueron tras las cosas del mundo, abandonando los bienes celestiales, propios del ministerio sacerdotal, para poder permanecer en Gracia, viviendo la santidad en sus ministerios sacerdotales. El mundo, la carne y sus placeres, obscurecieron sus almas, apartándolas de la Verdad y de Mi Ley, quedando bajo influencia de otro espíritu, el espíritu de engaño y confusión, el espíritu del mundo, el espíritu de la mentira; por eso, nada ven y nada entienden de los asuntos de Mi Padre.
Pero, os viene ya un segundo Pentecostés, el fuego del Espíritu Santo que llega pronto, y viene como un Fuego y Soplo Divino para el alma, la Luz que iluminará toda tiniebla.
¡Ay! de Ti, Iglesia Mía, pues Me has abandonado a Mí, Tu Esposo, y te has vuelto infiel, prostituyéndote con los ídolos. ¡Ay! de Ti, pues ya se acerca tu hora en que Me darás cuenta de todos tus malos actos y tus infidelidades, por cuanto no quisiste escuchar Mi Voz y rechazaste Mi Palabra, Mis Bondades para contigo; por eso, Mi enojo y Mis juicios son en contra Tuya, porque Tus sacerdotes han profanado el Santuario, lugar de Mi morada y descanso.
Vengo Yo, Justo Juez, a pronunciar Mi Juicio contra Ti, para que no olvides que, en Verdad, Soy Misericordioso y Me compadezco de Ti, para que te conviertas en Verdad y vuelvas a Mi, Tu Dios y Señor; Misericordioso Soy para el que Me ama y se guarda en mis caminos, pero también Soy Justo Juez; y esta es Mi Verdadera Misericordia: amonestar a los que amo, porque no quiero que se pierdan. Mi Justicia es Misericordia.
Te has vuelto infiel y has hecho ya derramar la Copa del Cáliz, que contiene todas Tus infidelidades y abominaciones para Conmigo, que Soy Tu Esposo; Tu iniquidad para Conmigo es excesivamente grande, has llenado Mi Santuario de Apostasías, y me igualas con otros dioses, negando con ello Mi Divinidad como ÚNICO Y VERDADERO DIOS. Pero Yo, Tu Dios, te haré pagar por esta abominación a fin de que conozcas que hay UN SOLO DIOS Y SEÑOR, y fuera de MÍ no hay otro Dios.
En esta hora sus espíritus están obscurecidos; por eso, nada ven y nada entienden. Mi Luz no se conservó en sus corazones, porque se fueron tras las cosas del mundo, abandonando los bienes celestiales, propios del ministerio sacerdotal, para poder permanecer en Gracia, viviendo la santidad en sus ministerios sacerdotales. El mundo, la carne y sus placeres, obscurecieron sus almas, apartándolas de la Verdad y de Mi Ley, quedando bajo influencia de otro espíritu, el espíritu de engaño y confusión, el espíritu del mundo, el espíritu de la mentira; por eso, nada ven y nada entienden de los asuntos de Mi Padre.
Pero, os viene ya un segundo Pentecostés, el fuego del Espíritu Santo que llega pronto, y viene como un Fuego y Soplo Divino para el alma, la Luz que iluminará toda tiniebla.
¡Ay! de Ti, Iglesia Mía, pues Me has abandonado a Mí, Tu Esposo, y te has vuelto infiel, prostituyéndote con los ídolos. ¡Ay! de Ti, pues ya se acerca tu hora en que Me darás cuenta de todos tus malos actos y tus infidelidades, por cuanto no quisiste escuchar Mi Voz y rechazaste Mi Palabra, Mis Bondades para contigo; por eso, Mi enojo y Mis juicios son en contra Tuya, porque Tus sacerdotes han profanado el Santuario, lugar de Mi morada y descanso.
Vengo Yo, Justo Juez, a pronunciar Mi Juicio contra Ti, para que no olvides que, en Verdad, Soy Misericordioso y Me compadezco de Ti, para que te conviertas en Verdad y vuelvas a Mi, Tu Dios y Señor; Misericordioso Soy para el que Me ama y se guarda en mis caminos, pero también Soy Justo Juez; y esta es Mi Verdadera Misericordia: amonestar a los que amo, porque no quiero que se pierdan. Mi Justicia es Misericordia.
Te has vuelto infiel y has hecho ya derramar la Copa del Cáliz, que contiene todas Tus infidelidades y abominaciones para Conmigo, que Soy Tu Esposo; Tu iniquidad para Conmigo es excesivamente grande, has llenado Mi Santuario de Apostasías, y me igualas con otros dioses, negando con ello Mi Divinidad como ÚNICO Y VERDADERO DIOS. Pero Yo, Tu Dios, te haré pagar por esta abominación a fin de que conozcas que hay UN SOLO DIOS Y SEÑOR, y fuera de MÍ no hay otro Dios.
Porque tengo Misericordia, haré esto contigo, para que salgas del pecado, de la idolatría y te conviertas de corazón, porque si Yo, Tu Dios, te abandono por completo, EL ENEMIGO, Satanás, a quien tu Misma le has abierto las puertas de Mi Santuario, haría de Ti, el Enemigo, que te perdieras para siempre. Pero, Yo Soy Tu Dios, Dios Fiel; y escrito está que las puertas del infierno no prevalecerán sobre Mi Iglesia.
Levántate ya y convierte a los paganos, y no te hagas amiga de ellos, porque están contra Mí, Tu Dios Eterno, y para ellos, los que son rebeldes y orgullosos, no está reservado el Cielo, como tú pretendes hacerles saber; para ellos, los que sirven y adoran otros dioses, ha sido reservado el lago de fuego y azufre.
Te doy Yo, Tu Dios, esta advertencia para que salgas de la obscuridad en que te veo envuelta, antes de que veas caer Mis Juicios Santos sobre Ti, Esposa Mía, porque por Mi Santuario comenzará la Purificación, y se extenderá en todas las naciones, a fin de que todos Me conozcan y Me teman, con Temor Santo, y sepas -de una vez por todas- que Yo Soy el que Soy, Alfa y Omega, Principio y Fin, ÚNICO Y VERDADERO DIOS, TRINO Y UNO.
Teme a Tu Dios, porque el número de pecados cometidos en Mi Santuario están por completarse. Uno solo es el pecado que te falta cometer, y es en contra de quien aún guarda las llaves de Mi Santuario, a quien sus días y su vida están sellados en Mi Santa Voluntad, quien al escuchar Mi Voz de Mando ejecutará Mi Orden, un signo profético para Mi Iglesia, EL VERDADERO PASTOR QUE GUIA A MIS OVEJAS, y es el Resto Fiel que Me servirá en la Gran Tribulación.
Ya se acerca la hora de la prueba y quedarás desolada, oh ciudad Santa, a fin de que seas purificada y limpies Tus Vestidos. Ya llega la hora de la separación final del trigo y la cizaña. Estén preparados, Iglesia Mía, porque la Hora llega.
Que todos conozcan Mi Revelación, aunque esta sea causa de persecución; mejor es temer el Juicio Santo de Dios Altísimo que todos los juicios y condenas de los hombres, que nada pueden en contra del Espíritu, pues sólo Yo, Dios Todopoderoso, tengo Poder, Potestad y Autoridad sobre toda alma, pues todo espíritu Me pertenece, unos para salvación eterna y otros para condenación eterna. Todo está sometido a Mí, Único, Verdadero y Eterno Dios. Dios de vivos, no de muertos, Dios de los Verdaderos Cristianos, no de los paganos.
Os doy un mandato: que quien os persigue conozca Mis Palabras y sepan que Yo Soy, os hablo y tan sólo sois Mi mensajera y servidora.
DIOS ALTISIMO.