Bayer compra Monsanto para poder intoxicar a Europa


                    Los peligros de los transgénicos en 2 minutos

Monsanto se retiró del mercado europeo hace unos años por la moratoria que impuso la Unión Europea a los cultivos genéticamente modificados, aunque los ha seguido exportando a la UE.
Monsanto, al ser comprada por Bayer, evita las trabas en Europa, a la vez que aumenta su ofensiva para crecer en el mercado americano.  Lo ha reconocido la propia compañía, a través del número uno de su división de cultivos, Liam Condon: “El mayor desafío en Europa es la regulación para proteger los cultivos”, lo que ralentiza que los productos lleguen al mercado.


La fusión de Bayer y Monsanto enciende todas las alarmas, económicas y éticas
  • La primera medida: estudiar el entierro de la marca Monsanto, cuestionada en Europa 
  • Pero el debate se enciende más todavía por la excesiva concentración económica y posición de dominio.
  • Entre las dos compañías controlarán un tercio del mercado mundial de pesticidas, por ejemplo.
  • Bayer se lava la cara: insiste en “responsabilidad ética” y sus principios de desarrollo sostenible.
  • Pone el énfasis en su división de farmacia, que engorda con su negocio abortivo, y ahora suma Monsanto.
La fusión de Bayer y Monsanto (leáse una farmacéutica y líder global de transgénicos y semillas) despierta un debate creciente sobre la amenaza que supone una concentración económica excesiva. Pero hay más: las reticencias contra Monsanto, especialmente en Alemania, y el modelo de negocio de las dos compañías, que “carece de escrúpulos para obtener beneficios”.
Nunca una empresa alemana lanzó una oferta de ese volumen para adquirir una empresa extranjera (59.000 millones de euros), a lo que se une que entre las dos, por ejemplo, controlarán el 28% del mercado mundial de pesticidas, con una posición de dominio claro en el sector agroquímico. Demasiado poder.
Además Bayer piensa retirar la marca comercial de Monsanto que sufre rechazo por el público europeo.
Tenga en cuenta cómo se reparte ese negocio agroquímico. En 2011, el 75% dependía de cinco firmas: Monsanto, Bayer, BasfDuPont y la suiza Syngenta. Y en los dos últimos años, Dupont se ha fusionado con Dow Chemical, y el gigante asiático China National Chemical Corporation (Chem China) ya tiene el visto bueno en EEUU para adquirir Syngenta.