*Fecundación asistida y lesbianas

La demagógica polémica sobre la supresión de la fecundación asistida a lesbianas y solteras
"Que las lesbianas o las mujeres solas que quieren tener un hijo con técnicas de reproducción asistida pretendan que todos paguemos con nuestros impuestos su libre decisión es impropio de un Estado plural", advierte el presidente del Foro de la Familia
ForumLibertas.com, 29 julio 2013
En los últimos días ha habido en España una cierta polémica pública por la decisión del Ministerio de Sanidad de reducir la financiación por el sistema público de salud de las técnicas de reproducción asistida (TRA) a los casos en que tales técnicas se usan para resolver un problema de infertilidad médicamente diagnosticado.

Esta decisión de Ana Mato ha provocado titulares tan poco respetuosos con la verdad como que “el PP prohíbe ser madres a las solteras y a las lesbianas”, alegatos contra la presunta discriminación de las parejas de lesbianas a ser madres a través de estas técnicas o airadas protestas por una presunta subordinación del Gobierno del PP a ideas singulares sobre el matrimonio como ámbito idóneo para la maternidad.

Al respecto, el presidente  del Foro de la Familia, Benigno Blanco, ha dicho lo siguiente:

a) La infertilidad es un problema de salud digno de ser atendido por el sistema sanitario público. La decisión voluntaria de algunas personas de tener hijos por procedimientos tecnológicos costosos nada tiene que ver con el derecho a la salud; y, por tanto, no hay razón alguna para que esa decisión libre y personal sea financiada por los impuestos de todos los ciudadanos, sea ésa la decisión de un homosexual o de un heterosexual, de un joven o de un viejo.

b) Quienes pretenden que todos paguemos, a través de los presupuestos del Estado, sus decisiones personales ajenas a cualquier consideración de interés general, manifiestan pretender un privilegio sin fundamento alguno, sean lesbianas o no, solteras o casadas. Nadie tiene derecho a que  sus opciones personales en materia de sexualidad se sufraguen con cargo a los impuestos de todos.

c) Que el Estado financie la solución de problemas de salud, como es la infertilidad, es razonable. Que el Estado financie decisiones libres y voluntarias  de algunos en materia de sexualidad es injusto y arbitrario.

d) No existe un derecho a tener un hijo con cargo a los presupuestos generales que se soportan con los impuestos que pagamos todos. Por eso el Estado no paga los gastos en que incurre la pareja que adopta en España o en el extranjero; por eso el Estado no paga los gastos de los matrimonios que tienen hijos por el mero hecho de tenerlos; y por eso, no hay razón alguna para que el Estado pague los gastos de quienes -lesbianas o no- deciden libre y autónomamente acudir a las TRA para tener hijos.

e) Presentar la decisión del Ministerio de Sanidad al respecto como una discriminación a las madres solteras o a las parejas de lesbianas es demagógico. Lo discriminatorio -e injusto con todos los contribuyentes- es defender el privilegio de ser financiados con fondos públicos de quienes deciden acudir a procedimientos tecnológicos carísimos para algo que, si se quiere, se puede obtener privadamente sin coste alguno: engendrar un hijo.

f) Además, debería tenerse en cuenta en este debate que muchos españoles consideramos que las TRA suponen serias contraindicaciones éticas por implicar, entre otras cosas, destrucción de embriones humanos; y, por tanto, hay otra razón más para no obligarnos a todos a pagar con nuestros impuestos lo que algunos quieren hacer y no nos parece razonable. Esta no es la postura del Ministerio de Sanidad, pero sí la de muchos de los que también pagamos impuestos.

g) Por otra parte, sería muy razonable -aunque ésta no es la postura del Ministerio de Sanidad- que el Estado privilegiase el matrimonio como ámbito ecológicamente idóneo para tener hijos, pues estos se benefician así de nacer y ser acogidos en un ambiente estable de cariño  y atención basado en la dualidad natural hombre-mujer.

Los datos de todo el mundo indican que los hijos nacidos en matrimonios estables cuentan con condiciones más favorables para una maduración no problemática y disminuyen riesgos de patologías preocupantes como fracaso escolar, promiscuidad sexual temprana, etc.

El presidente del Foro de la Familia concluyó: “que las lesbianas o las mujeres solas que quieren tener un hijo por TRA pretendan que todos paguemos con nuestros impuestos su libre decisión es impropio de un Estado plural, como sería injusto que yo pretendiese que todos los ciudadanos pagasen los libros que yo quiero leer, el tabaco que quiero fumar o las consecuencias o costes de mis hábitos sexuales. Si apostamos por la libertad en serio, no es razonable pedir que todos los contribuyentes paguen mis decisiones libres”.